¿Cuándo es necesario rehabilitar una fachada?
Establecer cuál es el momento idóneo para rehabilitar una fachada no suele ser sencillo. Es, con todo, una cuestión vital para preservar el patrimonio arquitectónico de las ciudades y el bienestar de sus usuarios. De entrada, el paso del tiempo es un factor ineludible al adoptar esta decisión. Sin embargo, conviene contextualizarlo. Ahora bien, ¿qué debemos tener en cuenta para hacerlo con acierto?
Cuestión de tiempo, ¿cuándo hay que restaurar las fachadas?
No existe un plazo fijo para restaurar una fachada, aunque cumplir 20 años es una referencia muy válida. Eso sí, siempre conviene personalizarla, porque cada edificio tiene diferentes necesidades y condiciones. La mejor opción es conocer qué indicadores nos pueden ayudar a determinar si es el momento adecuado para hacerlo y fijarse en su mayor o menor presencia.
Estos son los signos más relevantes:
- Aparición de grietas, daños o desprendimientos en la estructura. Son señales inequívocas de que algo está fallando.
- Estado de los materiales constructivos, como la piedra o el ladrillo, cuyo deterioro terminará afectando a la estabilidad del edificio. Por supuesto, algunos materiales son más duraderos que otros, lo cual influye en cuándo será necesario intervenir.
- Impacto estético en el entorno urbano. Una fachada en mal estado afea el entorno, lo cual es un claro detonante de modificarla en términos institucionales.
Es esencial permanecer atentos a estos signos de declive y actuar a tiempo. Igualmente, hemos de atender a otros factores externos o contextuales que influyen en la mayor o menor durabilidad de las fachadas:
- Condiciones climáticas y ambientales a las que está expuesta la fachada. Cuanto más extremas y agresivas sean ―viento, lluvia, nieve, sol intenso, etc.―, antes deberemos abordar esta cuestión.
- Mantenimiento regular que se ha aplicado. La falta de cuidado suele acelerar su desgaste. Por el contrario, las acciones preventivas tienden a prolongar su vida útil.
- Uso del edificio. Ciertas funcionalidades y aplicaciones aceleran el deterioro precipitado de la instalación.
Por todo ello, es preciso realizar inspecciones periódicas e implementar de inmediato las medidas pertinentes cuando identificamos signos tempranos de deterioro.
La mejor decisión al rehabilitar una fachada
Tan importante como definir cuándo es el momento apropiado de restaurar las fachadas lo es acertar con los profesionales que se encargarán de acometerlo. Se trata de una tarea minuciosa, exigente y muy técnica. Por ello, resulta fundamental recurrir a especialistas con gran preparación y dilatada experiencia.
Teniendo en cuenta la importancia de la rehabilitación, Anre 2012 es la elección perfecta para llevarla a cabo con absolutas garantías. Su equipo de trabajo multidisciplinar emplea materiales de primera calidad y efectúa, con eficiencia, un trabajo acorde a la naturaleza de cada proyecto.
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